Berlín 25.10.2002
(dpa)
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Baleares en Berlín: Del aislamiento a la insularidad
multicultural
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Por
Juan Garff (dpa)
Berlín, 25 oct (dpa) - En el Mediterráneo se vivió
hace ya
milenios un cruce de culturas que fue precursor de la globalización
actual. En las Baleares y las costas catalanas se mezclaron las
influencias de fenicios, griegos, cartagineses, romanos, vándalos,
visigodos, bizantinos, árabes y británicos.
Y, aunque suene más extraño, también de alemanes.
Desde la llegada
de las primeras imprentas desde allende el Rin a Cataluña,
a partir
de 1462, que rápidamente tuvieron un uso vinculado al intenso
intercambio comercial y cultural con la edición de un diccionario
catalán-alemán en 1502, pasando por la impronta de Schiller
en el
romanticismo y más tarde la de Wagner, Nietzsche y Rilke, hasta
el no
siempre igualmente cultural acceso masivo de turistas germanos de
las
ltimas décadas.
A fin de retomar un intercambio que complemente el goce del sol y
el mar mediterráneos con los placeres estéticos de la
pintura, la
literatura y la música, se ha instalado en el otoño
de Berlín un
conjunto de actividades culturales, organizadas por el Institut Ramon
Llull bajo el título de "El pont blau".
En ellas se podrá descubrir que Bach contaba con antecedentes
catalanes para componer "La Pasión según San Mateo",
en un concierto
del conjunto Mapa Harmónico. O que la pintura balear, que ignoró
por
largo tiempo la presencia en las islas del genio de Joan Miró,
logró
por fin superar la tentación del pintoresquismo paisajista
a partir
de la obra de la generación del 70, liderada por Miquel Barceló.
Hasta el 3 de noviembre se multiplicará la presencia de la
cultura
balear y catalana a través de lecturas de escritores como Quim
Monzó
("El millor dels mons"), Carme Riera ("Cap al cel obert"),
Guillem
Frontera ("La ruta dels cangurs"), Gabriel Janer Manila
("La dama de
les boires") y Antònia Vicens ("39° a l'ombra"),
conciertos de los
Xeremiers de Sa Calatrava, el guitarrista Damià Timoner y el
conjunto
"Cap pela" y un ciclo de cine con films de Tony Aloy, Jaume
Belagueró, Ventura Pons y Agustí Villaronga.
En el complejo cultural montado en una antigua
fábrica cervecera,
la "Kulturbrauerei", más precisamente en lo que fueron
sus
caballerizas, asoman los cuadros del mallorquín Andreu Terrades,
en
una muestra individual que expone tanto sus reminiscencias del cómic
como la transfiguración de los tópicos tradicionales
de la pintura
insular.
Los de otros dieciséis pintores de las Baleares, entre ellos
Maties Quetglas, Ramon Canet, Joan Benàssar y el argentino,
radicado
en las islas, Horacio Sapere, entre los que abrieron camino, así
como
Antoni Socías, María Carbonero y Patxi Echeverría,
entre las nuevas
generaciones, conforman por su parte la muestra colectiva
"Desaillaments" ("Desaislamientos") en la antigua
capilla del centro
cultural instalado en el ex Hospital Bethania de las hermanas de
caridad berlinesas.
Para Guillem Frontera, curador de las muestras, se trata de ver en
la insularidad de las Baleares la "posibilidad de un margen más
amplio de decisión sobre el propio tiempo que, así,
gozaría
idealmente de una mayor autonomía con respecto a los ritmos
impuestos
por los grandes centros de decisión".
"Ya no estaríamos", afirma, "en el ámbito
ahogado del aislamiento,
sino en la 'illeitat', la cultura abierta de la comunidad insular,
a
cuyos beneficios se pueden acoger -se acogen- igualmente artistas
insulares y externos."
Al cierre de las jornadas culturales será
presentada una versión
faccimilar de aquel primer diccionario, el "Vocabolari molt profitos
per apendre Lo Catalan Allamany y Lo Allamany Catalan", en la
Universidad Humboldt de Berlín, una de las 19 casas de altos
estudios
alemanas que tienen ofertas académicas vinculadas al catalán,
a las
que se agregará el año próximo el mismo Instituto
Ramon Llull, que
inaugurará en Berlín su primera sede en el extranjero.
Una forma más
de convertir la insularidad en punto de partida del intercambio.
dpa jg rg
251040 GMT Okt 02
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